Las cometas de Santiago
Aristídes Ureña Ramos
Verano de 1964, Santiago de Veraguas.— Se cuenta que pocas veces se había visto un día de veranillo tan resplandeciente, que algunos hombres lloraron de la emoción, que las mujeres trepitaron de tanta ternura y que los niños vieron abusiones de estudiantes normalista.
Ese día parecía de fiestas patronales, por la cantidad de gente que seguía como hipnotizada el cielo repleto de cometas multicolores.
El lugar estaba frente al matadero, en el llano, donde actualmente están la piscina y el gimnasio municipal.
Las familias corrían con sillas y taburetes a ocupar puesto a la sombra, debajo de los portales y almendros de las casas que rodeaban el llano, las brisas con sus vientitos hacían danzar las cometas, embrujando con sus rabos la multitud de paisanos.
La construcción de las cometas, con carrizos de birulí y papel chino, hacía reunir a las familias en torno a este evento con varios días de anticipación. Fue allí, en las tertulias de los adultos, que escuché este comentario:
“... la cometa que vuele más alto es la que llevará el mensaje con un deseo directo a Papa Dios...”,
“hay que escribirlo en un papelito que subirá a través de un hilo y este llegará al Señor... ese deseo se cumplirá...”.
Siendo muy pequeño la cosa me golpeó, llenándome de curiosidad... “hacer una cometa que llevaría mis deseos a Papa Dios”.
Esa noche mi hermano y yo no pudimos dormir intercambiando ideas sobre nuestros mejores deseos, además había puesto un “rum rum” (1) a nuestra cometa, para que Dios la reconociera entre todas.
Fue así que nos encontramos en el centro del llano volando nuestra cometa, junto a las miles de cometas de las demás familias santiagueñas.
Nuestra cometa volaba muy alto y subía, subía... compitiendo con las demás, pero en cierto momento se acabó el hilo, no había más... y mi hermana me dio la orden de ir a comprar una bobina de hilo a la tiendita de Julito Sierra.
Inmediatamente me encontré corriendo a comprar el carrete de hilo, pasando por el “chichemito”, para cortar distancia, llegando a la placita y a la tienda de don Julito... dicho y hecho, apenas estuve en posesión del hilo, me di a la fuga de regreso..., pero noté que comenzaba a chispear y a oscurecerse el tiempo, se acercaba un vendaval, pero seguí corriendo con todas mis fuerzas.
Cuando llegué al centro del llano la gente corría a buscar refugio, retirando sus cometas, porque lo que caía del cielo era un palo de agua... pero mi preocupación era que estaba casi llegando a mi meta... y no puse caso a los gritos de mis hermanas mayores, agarré mi cometa y me puse a amarrar el hilo, la gente comenzó a gritarme por el peligro de los rayos, pues el aguacero venía con relámpagos...
La lluvia me había bañado por completo y todo se veía gris por la violencia del aguacero... de pronto alguien me agarró por las hombros y al voltearme vi que era un estudiante de la Normal, que con voz dura me invitaba a dejarle el control de la situación y ponerme en zona de seguridad... y así hice, sin dejar de mirar al normalista que, amarrando mi hilo, se encargaba de desbobinar el carrete de mi cometa, que subía cada vez más alto.
Apenas llegué bajo el palo de almendro, donde estaba mi familia, mis hermanos menores gritaban de alegría, saltando y señalando al héroe normalista..., pero los demás no lograban verlo, pese a nuestro gran alboroto.
Y de repente... salió el Sol entre las nubes, era “agua con sol”, iluminó el llano, y junto a la lluvia comenzaron a caer sardinas del cielo...
y la gente corría como loca a recogerlas, olvidándose de nosotros y de las cometas... y el Sol regresó, iluminando la tardecita del llano, hasta el ocaso.
La multitud no abandonó hasta bien entrada la noche, entre risas y comentarios, el llano del matadero... Mi mensaje había llegado a su destino.
Mis deseos viajan, junto a los de la gente de mi pueblo, aquellos que todavía soñamos con hacer una cometa... ¿qué digo?.. un PANDERO, con seis “rum runes” a los costados, que le toquen una serenata a Papa Dios allá en los cielos, para recordarle que en Santiago todavía existe gente humilde, y para que nos mande otra lluvia de sardinas. Porque si no lo hace Él, la vaina acá está muy dura.
ARISTIDES UREÑA RAMOS
(1) Rum rum: Hojitas de papel que se pegan a un hilo de las cometas y produce rumores (ruidos)... La cometa generalmente está compuesta por tres palos que se atraviesan entre ellos, amarrados en el centro... Para la cometa, una parte, aquella central, se alza de nivel y queda como un arco... dentro de este arco hay un hilo de birulí a birulí... en ese hilo se extiende y se pega un pedacito de papel... que con la fuerza del viento produce un sonido fuerte y repetitivo... trrrrruuuuuuuuu ruuuuuuuummmmm rummmmmmmm....truuuuuuu rummmmmm rummmmm... en Santiago, en mi época, les llamábamos RUM RUM... una cometa sin Rum Rum no es una buena cometa.
Publicado en la Estrella de Panamà
Sabado 4 septiembre 2010
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