domingo, 3 de marzo de 2013

ARISTIDES UREÑA RAMOS Academia de la dura pasión

-Academia de la dura pasión-
De ARISTIDES UREÑA RAMOS
 

Florencia 5 de Octubre 2012- El mármol, a decir verdad, no es que cueste mucho dinero, lo importante es saber escogerlo, comprender nuestras necesidades y tener conocimiento de las” venas duras” que componen el bloque que estamos analizando, desde ese preciso instante inicia el trabajo del buen escultor.
 La obra que debemos realizar,  esta delineada en nuestra mente, toma forma en la imaginación y busca  el encaje justo en los bloques a disposición, en aquellos que poco a poco logramos observar.
   Me sucede muchas veces, cuando voy a la Cantera de Carrara y Pietrasanta, que al observar un bello bloque, ya de por si trasparente, vidrioso “al punto justo”, escultórico al dulce picar, que (¿?)…me enamoro del bloque, inicio a observarlo y  ver en sus venas marmóreas, los matices de su conformación calcárea, las hipotéticas figuras atrapadas al interno del bloque, esa sensación me dice que ya estoy listo para escoger el bloque del Mármol que iré a esculpir.
Comprar el bloque en la Cantera, no es muy caro, es toda la logística que sigue que hace imposible y costosa tal empresa , trasporte, cargar y descargo, movilización del bloque y proceder a acomodarlo  dentro del Atelier …teniendo en consideración que estamos tratando un bloque de piedra, que puede pesar media tonelada o varias toneladas.
Apenas superados estos problemas logístico, se llega al desafío directo  con la dura piedra marmórea.
LA PRIMERA MARTELADA.
Yo me preparo las garzas y trapos para cubrir las manos, los baños y los dejos empapados  apartados momentáneamente, servirán en el momento de mayor tensión y complicaciones, cuando los dedos, planta de la mano y la apenada muñeca inician a dar señales de abandono y de absoluto dolor.
Pero, sin activar pensamiento alguno, aferro el cincel junto al martillo….y doy inicio a las primeras cinceladas en los rudos contorno de la dura piedra y recogiéndome  en las  largas mangas de las venas calizas…que poco a poco delinean los senderos o guías que tendré que recorrer, esta parte es de fuerza bruta, sangre fría y determinada ejecución….hay que ir sin miedo, con golpes ya probados, seguro en el control del cincel.
De pequeño mi Madre solía, darme la tarea de espulgar el arroz, dentro de una grande batea, pues la maestría de este oficio, necesita de esa misma disciplina, ordenar las fases del trabajo, que van ejecutadas con la parsimonia y delicadez para que podamos cumplir con un buen resultado final….Yo expurgaba  el arroz poniendo una mano de arroz en lado de la batea y poco a poco llevarlo al centro, quitando las imperfecciones de piedras, churús, granos alterados y apenas terminada esa rápida fase, reponerlo al lado contrario, para iniciar otra vez la operación de expurgo.  Así se procede en moldear el duro mármol con parsimonia, delicadez, mano firme y haciendo memoria visiva del trabajo.
Apenas, se termina esta breve, fase…. Se trabaja de compas, tizas negras, tijeras milimétricas en busca de las profundidades que vamos a recorrer y a hacer los hoyos que nos llevaran a la figura escondida……aquí es donde siempre me sucede algo extraño, que siempre he pensado proviene de presencias lejanas.
Uno nunca está solo, cuando esculpe una piedra, hay voces que nos acompañan, que son de nuestros enseñantes, de aquellos que nos han guiado por este camino, de la sabiduría aprendida en los talleres académicos, estas voces  viajan al interno de nuestra mente conformando la certezas a nuestras dudas.
Cuando se esculpe una piedra, hay que recordar que ella se desarrolla a través del quitar material al bloque central, en vez para la técnica del modelaje, como en las disciplina de la cerámica, del barro, de la fusión a metal,  se pone y se agrega el material,…..por eso la técnica escultórica resulta ser la más difícil, ya que una vez quitado erróneamente un pedazo, no hay manera de solucionar eventuales errores, con el resultado fatal del daño al bloque marmóreo.

Así, que la tensión requerida para ejecución escultórico, pretende un esfuerzo que no es solo físico o mental, es una mezcla de sensaciones únicas, dictadas de la experiencia y  de la grande tensión que produce, la conciencia profunda del saber, de la sensibilidad de las energías poseídas y de la presencia segura del conocimiento de la capacidad personal.
   Esculpir en mármol es una escuela de vida, es una academia de duras pasiones, que madura al artista en manera total a través de una la dura disciplina artística. ¡AMEN!

1 comentario:

  1. Es verdad, uno nunca está solo cuando sigue el camino artístico. Gracias por compartir tu proceso, tus emociones, tu arte.

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