Olga Sánchez Borbón
por Arístides Ureña Ramos
-Vigor y Energía-
Por Aristides Ureña Ramos
La
presencia femenil en la pintura panameña ha tenido grandes personajes, ellas a través
de sus obras, han delineado increíbles búsquedas, pero miren que, muchas veces
dichos personajes se encuentran lejos de los clamores, de tarimas de fácil suceso,
de reconocimientos que tardan en llegar… pues al parecer la condición femenil
pareciera ser obstáculo para estos personajes.
Es así que la pintura femenil por
nuestros lares, tienden a tocar una vitalidad única, para aquellas
individualidades llamadas a quedarse en el albor sublime de la buena pintura
panameña.
Olga mujer de fuerte personalidad artística,
ella deja indiscutibles pasaje dentro de su producción, lo notamos en sus
dibujos, en ellos encontramos vigor y fuerza en los trazos, sus figuras son
delineada a través de enérgicas esbozos, que dan formas a sus originales
desnudos. Cada vez que nos encontramos de frente a uno de sus desnudos captamos
esa fuerza única de una mujer interiorana (bocatoreña) que bien a dado lustro a
nuestra pintura nacional.
Todavía convive en mí, la primera
vez que vi un trabajo de Manuel E. Amador, era un dibujo…para ese entonces ya conocía
los bosquejos de figuras realizada por Olga (la cual tuve la dicha de conocer
personalmente en su taller), pues a un primer vistazo sentí que la mano del
Maestro, viajaba en comunión con las figuras de Olga, la discípula había bebido
del manantial didáctico de Amador, alumna disciplinada en la difícil tarea de
aprendizaje, metódica razón que conlleva el trabajo de taller en las bellas
artes y que hoy hemos abandonado.
Es en la cifra del trazo que Olga
delata su energía, con la fuerza “del distorsionar” en una grafía voluntaria tan
acumulada dentro de sí, meticulosa en delatarnos- no acaso- aquellas parte anatómicas
que grotescamente ha trasformado, y que
nos invita a observa, para que seamos parte de la visión de su mundo, de la
manera de entender sus figuras y su arte.
En sus pinturas, que muchas a
veces nacen de una gestualidad profunda, y que se desarrollan a través de la
manera impresionista, manchando sus figuras con alargados colores, pinceladas
que “atentamente” demarcan los confines de sus objetos y figuras, vienen esfumadas
con mezclas de pigmento que nos demuestran la calidad artísticas absorbidas en
las academia de enseñamiento europea, y es allí en donde se descubre su otro
manantial que alimentó su pincel, el aprendizaje en los talleres de sus
maestros españoles.
Los trabajos de Olga son un ejemplo
único de la travesía de una exponente de la pintura que contienen una expresión
de ese carácter único y especial de una grande maestra del pincel y exponente
maravillosa de la pintura panameña.
Olga no muere, permanecerá en la conciencia
de la intelectualidad panameña y en el pedestal más alto de nuestra pintura
nacional.
Aristides Ureña Ramos
Panamá 27 de Marzo del 2016
Biografía de Olga
Olga Sánchez Borbón. (Pintora).
Nació en la provincia de Bocas del Toro en 1921. Las primeras lecciones de
dibujo las recibió del notable pintor panameño Manuel E. Amador en la ciudad de
Panamá. En mayo de 1953 sale de Panamá hacia Londres. Allí permaneció 8 meses
durante los cuales visitó museos, lo mismo que en Holanda y Bélgica donde
estuvo. En 1954, llega a Barcelona y se matricula como alumna libre, en la
Escuela Superior de Bellas Artes de San Jorge, donde profesores tan insignes
como E. Santasusagna en pintura; G. Muntaner en dibujo de movimiento y Vila
Arrufat en grabado, contribuyen con sus enseñanzas a encauzar su actividad
artística. Ese mismo año se hace socia del Real Círculo Artístico, en donde
estuvo practicando el dibujo hasta su regreso a Panamá en julio de 1973. En
1965 comienza sus estudios libres de cerámica, bajo la dirección de Angelina
Alos, figura de gran prestigio en dicho arte en todos los círculos artísticos
de España y el extranjero. En el taller de Grupo de Artesanos Ceramistas de
Esplugas de Llobregat, en Barcelona, sigue estudios de 1972-73. A principios de
1974, de nuevo en Panamá, entra como profesora de cerámica en el Centro de Arte
y Cultura, dependencia del Ministerio de Educación. De su obra se ha dicho que
es una pincelada nerviosa, expresiva, impregnada de mucho color delineando la
figura humana, específicamente el desnudo femenino, con mucha fuerza llegando a
ser grandes masas deformes que ocupan todo el espacio plástico de la obra.
(Tomado de: Expo-Trayectorias:
Décadas: 1950-1960-1970-1980, 12 grandes de la Pintura Panameña / Club Unión.
-- Panamá: Editorial Litográfica, 1984. -- 47 p.). (Actualizado: 25/04/05)
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