Murió Carlos Fuentes
de Manuel Oreste Nieto
Su primera novela, publicada en 1958, La región más transparente (tenía 30 años), es una gran crónica urbana que retrata a todo México de los años 50. La siguieron decenas le libros: relatos, ensayos, novelas y obras de teatro, entre ellos Aura, Cambio de piel, Gringo viejo, La silla del águila y El espejo enterrado.
Fuentes nació el 11 de noviembre de 1928 en Panamá de padres diplomáticos. Su infancia y niñez transcurrieron en distintos países del mundo incluyendo Brasil, Estados Unidos, Chile y Ecuador. Tras recibirse de abogado en la Universidad Nacional Autónoma de México y en economía del Instituto Altos Estudios Internacionales de Ginebra adoptó la profesión de su padre, aceptando el cargo de embajador de México en Francia, en 1975.
Aunque siempre fue una figura que cultivaba amistades internacionales de alto vuelo, como por ejemplo con el ex presidente de los Estados Unidos Bill Clinton, el tema central de su obra novelística siempre fue México. Justamente en la Feria del Libro de Buenos Aires Fuentes explicó que en sus últimas novelas pasó de escribir de México y la Ciudad de México “como novedad colectiva” y saltó de “la esperanza crítica de mis primeras novelas a la crítica desesperada de estos días.”
Siguió Fuentes: “Pero en todas ellas he seguido una serie de convicciones creadoras. Creo que un gran desafío de la novela actual es el de dar [un retrato] de los tiempos de la simultaneidad. Dejar atrás la muy simple y la muy cómoda linealidad. Contestar a la pregunta ¿Por qué la escritura está condenada a la sucesión y le es negada la coexistencia de los tiempos?”
En sus últimos días, como en el comienzo de su carrera, Fuentes practicó el arte de la novela respetando la rica tradición del género que nació con Don Quijote pero también inquietándose por buscar nuevas formas de contar acorde con los descubrimientos y prácticas de la vanguardia de todas las artes. Y bien lo dijo, un escritor no se retira.
Manuel Oreste Nieto
Un escritor no se retira. Siempre hay un proyecto más en la imaginación”, había dicho Carlos Fuentes en su última visita a la Argentina. Y su frase resuena ahora, unos días después, al conocerse que ha muerto en un hospital mexicano.Tenía 83 años y estaba internado en el hospital Ángeles del Pedregal, en el DF mexicano. "Está aquí. Ha fallecido", dijeron en el servicio de urgencias del centro sanitario.
Y agregaron que no daban más información "porque eso depende del médico que está con su expediente". Ya la darán, aunque no cambie nada.
En su cuenta de Twitter, el presidente Felipe Calderón escribió: "Lamento profundamente el fallecimiento de nuestro querido y admirado Carlos Fuentes, escritor y mexicano universal. Descanse en paz". La prensa mexicana dijo que el escritor murió por problemas cardiacos.
En su última aparición pública aquí en Buenos Aires, el 2 de mayo, Carlos Fuentes estuvo en la Feria del Libro y allí nadie hubiera imaginadito este desenlace.
En su última aparición pública aquí en Buenos Aires, el 2 de mayo, Carlos Fuentes estuvo en la Feria del Libro y allí nadie hubiera imaginadito este desenlace.
Como uno de los grandes novelistas del Siglo XX, sea cual sea el país, así será recordado Fuentes. Fue uno de los integrantes centrales del Boom, junto con Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa. También integrará la larga lista de autores merecedores del Premio Nobel que no recibieron ese máximo galardón. Ganó el Premio Cervantes en 1987, el más importante para autores de la lengua.
Su primera novela, publicada en 1958, La región más transparente (tenía 30 años), es una gran crónica urbana que retrata a todo México de los años 50. La siguieron decenas le libros: relatos, ensayos, novelas y obras de teatro, entre ellos Aura, Cambio de piel, Gringo viejo, La silla del águila y El espejo enterrado.
Fuentes nació el 11 de noviembre de 1928 en Panamá de padres diplomáticos. Su infancia y niñez transcurrieron en distintos países del mundo incluyendo Brasil, Estados Unidos, Chile y Ecuador. Tras recibirse de abogado en la Universidad Nacional Autónoma de México y en economía del Instituto Altos Estudios Internacionales de Ginebra adoptó la profesión de su padre, aceptando el cargo de embajador de México en Francia, en 1975.
Aunque siempre fue una figura que cultivaba amistades internacionales de alto vuelo, como por ejemplo con el ex presidente de los Estados Unidos Bill Clinton, el tema central de su obra novelística siempre fue México. Justamente en la Feria del Libro de Buenos Aires Fuentes explicó que en sus últimas novelas pasó de escribir de México y la Ciudad de México “como novedad colectiva” y saltó de “la esperanza crítica de mis primeras novelas a la crítica desesperada de estos días.”
Siguió Fuentes: “Pero en todas ellas he seguido una serie de convicciones creadoras. Creo que un gran desafío de la novela actual es el de dar [un retrato] de los tiempos de la simultaneidad. Dejar atrás la muy simple y la muy cómoda linealidad. Contestar a la pregunta ¿Por qué la escritura está condenada a la sucesión y le es negada la coexistencia de los tiempos?”
En sus últimos días, como en el comienzo de su carrera, Fuentes practicó el arte de la novela respetando la rica tradición del género que nació con Don Quijote pero también inquietándose por buscar nuevas formas de contar acorde con los descubrimientos y prácticas de la vanguardia de todas las artes. Y bien lo dijo, un escritor no se retira.
Manuel Oreste Nieto
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